El último tiempo ha estado marcado por los “ataos” sentimentales de mis amigas y yo, la consejera sentimental, el cajón con más duraznos, la encargada de "alentar"….un desastre por cierto, pero finalmente todo ok, porque como buenas discípulas siempre reaccionan y esa “Sarita Mellafe” que a veces las posesiona, vuelve en gloria y majestad cuando más se le requiere.
Ahora bien, este tema de los amores “juleros”, me ha hecho pensar en todas aquellas experiencias de tipo personal, que sea la verdad dicha, son calcadas a las millones de historias que a diario el género femenino debe enfrentar. Así, las cosas, creo que si de clasificaciones de trata, bien podría ser ésta una muy útil para quienes aún no se encuentran con alguno de estos animales…….….por prevención, digo:
El posesivo y celoso: Uyyyyyyyyyyyy!!, esto es como lo peorcito que se encuentra en el mercado. Se trata de aquellos hombres con cero evolución, que consideran a su mina como su presa y que frente al más mínimo indicio de riesgo muestran los dientes y retroceden a un estado animalesco. Para la galucha son súper seguros y prepotentes, pero eso es un truco archiconocido para ocultar un ser profundamente confundido y que no se valora en lo más mínimo; Los celópatas desconfían de todo, si te desapareces, seguro estabas en un motel, si te atrasas es porque te entretuviste con tu patas negras, si te da lata contestar o no escuchaste el cel, es probable que lo hagas para evitar ser descubierta, si te depilas demasiado el rebaje obviamente es porque te toca cita con tu amante, ahora si te depilas estilo barbie seguro es por un cuadro plástico que pretendes realizar con un par de hombres rudos que te poseerán salvajemente y si te arreglas más de lo que ellos consideran normal y te perfumas por las mañanas, es para provocar, porque andas puro maraqueando!!!. Mi primer pololo importante, pertenecía a esta clase de hombres, teníamos quince años y controlaba cada uno de mis actos, mi rutina era del colegio a su casa y de su casa a la mía. No podía tener amigas y yo la bruta le hacía caso, mis partners cacharon que estaba rallando la papa y me abandonaron a mi suerte; El Nico me mantenía la mayor cantidad de tiempo con él y yo acataba porque estaba enamorada o eso creía, obviamente, no podía mirar a ninguno de sus amigos, los que por cierto eran muchos y como cuando a uno le prohíben algo es peor, me fijé en uno que si bien no era tan amigo, era lo suficientemente cercano como para humillarlo. Este mini príncipe me robó el corazón en dos segundos y yo vengué los atados y planchas gratuitas que me hizo pasar durante un año de pololeo. Finalmente el celópata perdonó mi infidelidad, volvimos y le prometí que never more miraría para el lado, lo que en la práctica no ocurrió porque con tanta represión, mi alma rebelde se estresó y terminé siéndole perpetuamente infiel; En todo caso mi patas negras de aquella época, era un sol, nunca hemos perdido contacto del todo y si no fuera porque es demasiado bueno e ingenuo, y no merece una canalla como yo, lo encadeno y lo obligo a casarse conmigo.
Mi último ex revisaba todas mis cosas, hackeaba mis correos electrónicos, le tomaba el olor a mi ropa, su frase típica era: “lo tenis todo planeado!!!, le ofreció en varias ocasiones dinero a mi secretaria para que le diera información clasificada sobre mi vida, me cagó con mi mejor amiga en mi propia nariz y ante cualquier indicio de dudas me decía amigablemente “Perra maraca”, lo que a la larga me provocó graves problemas de identidad ya que por algún tiempo pensé seriamente que ése era mi segundo nombre y que en consecuencia debía concurrir a la brevedad al Servicio del registro civil a cambiármelo urgentemente para regularizar mi situación nombrística. A todo lo anterior deberá adicionarse el insulto “suelta” que es una denominación bien ambigua desde mi humilde punto de vista ya que yo al principio pensaba que se ese problema se arreglaba con harto gimnasio, pero con el paso del tiempo caché que en realidad era un equivalente al perra maraca ya mencionado precedentemente.
Los celópatas prometen una y otra vez que nunca más van a cometer actos como los narrados y no pasan 24 horas cuando se mandan otra sicopatía de antología. Son excelentes actores pasan de la risa al llanto descontrolado en cosa de segundos, la especialidad es representarse como víctimas y lo peor de todo es que lo pasan pésimo porque todos los rollos que se pasan realmente los creen y sufren a morir.
Por eso y miles de cosas más ….si el tuyo es un poquito así, consejo: Búscate otro, jamás cambiaran, aunque lo juren a diario.
El fresco: Que lata!!!,me cargan estos tipos, estilo “acá te las traigo Peter”, el “Cachero de las pampas”, se juran ricos y el 99% de sus conversaciones versan sobre minas, poto y pechugas.
Una característica típica es la obsesión enfermiza por promocionar lo bien dotados genitalmente que están y por cierto lo inolvidables que han sido para todas las afortunadas que han pasado por su lecho……..que ondi?, como no cachan que eso es tremendamente básico y que a las mujeres si bien les importa el sexo, hay conexiones mucho más determinantes que los orgasmos!!
Son de película gringa rasca. Cuando se sienten rechazados se justifican y comienza el autoconsuelo, “ Seguro se sintió opacada por mi”……Yo era mucho para ella o “Era horrible, la llamé de puro caliente”; Si se trata de conversar un tema medianamente interesante, comienza lo que he denominado como “YOISMO”, es decir la autoreferencia que es una soberana lata que no le deseo a nadie.
Siempre están listos para la batalla, estilo “hombre ardiente”, aprovechan cualquier palabra que pronuncias para dejar muy bien establecido que están ávidos de ser utilizados y de castigarte sexualmente en su calidad de chicos malos; La mitad de sus contactos de facebook, son minas en bikini de nacionalidades vietnamitas o rusas que obviamente no conocen, ni conocerán jamás, en el cel nunca falta un par de fotos de minas piluchas, le ponen nombres ridículos a su órgano reproductor, sostienen que las mujeres los buscan para ser poseídas, son asiduos a los lugares de moda y lo peor de todo, están convencidos de que si no te matan, te dejan tonta de puro tirar…..permítanme un JA!, sorry….continúo.
Hace algunos años, conocí a un tipo muy galán, bien guapo, ultra rubio, excesivamente musculoso y tremendamente parecido a Jhony Bravo. El referido, utilizaba fracesitas tales como, “bebé”, “reina” o “cariño”. A su pirulín lo llamaba “Pepe”…….nadie puede hacer eso!!!! y su único objetivo era engrupirme ….no me las voy a dar de cartucha, así es que reconozco que en mi calidad de solterísima le permití acercarse, él era amigo del pololis de la Keka y pensé que pese a faltarle varios palos para el puente no era malo ser amistosa con este tipo tan especial.
La verdad???, la paciencia me duró dos semanas y ante tanta tontera, le pedí gentilmente que abandonara mi depto ya que por mucho que el mercado estuviese escaso y competitivo, no estaba dispuesta bajo ningún punto de vista a escuchar a un pobre estúpido que juraba que Calvin Klein era un senador gringo y cuyos únicos temas de conversación eran los músculos dorsales, las bondades de la queratina para aumentar los pectorales, las minas abandonadas por él y su insaciable capacidad amatoria. El tipo me colapsó con cada una de sus palabras y se fue muy digno pronunciando tres palabras: TE-LO-PERDISTE, frente a lo cual quedé profundamente perturbada hasta el día de hoy y no pasa un segundo en que me arrepienta y me pregunte como cresta fui tan lesa…..……donde estarás HE-MAN!!!!!!
No sé, pero estos para mi son too much y de una pura mirada y un intercambio de palabras, LES HUYO a perderme.
El guata de callo y psicópata: Los arrastrados me dan penita y la verdad es que les tengo buena onda porque son esforzados y le ponen harto empeño a la conquista. Generalmente son medios feuchos y por lo mismo son requetecontra agradecidos cuando uno los pesca un poquito. Inmediatamente se ponen las pilas, te revientan el cel de llamados, mensajes de textos cariñosos, escriben cartas lindas, te hacen regalitos súper bien pensados, te adulan y te consideran una diosa. El problema, radica en que la insistencia cansa y cuando la sicopatía te asusta, terminas gritándole para que entienda: “Déjame en paz, loco de mierda!!”.
EL CHULO: Este es uno mi favoritos…..quien no ha tenido aunque sea un desliz con uno????. Son tan románticos!!!!!...usan palabras enfermas de cursis, son ultra cariñosos, igualitos a los de teleseries venezolanas, apasionados, bien machotes y lo más importante uno es la “princesa” de su vida. Son ideales para cuando has tenido un bajón y necesitas que te suban el ego…que importa que digan “guachita rica”, “mi mujer”, “bruja” o todas esas cumedades, que en un estado normal, ni en sueños las soportarías???.
El chulo es un amante perfecto, no hace muchas preguntas porque no quiere perderte, es capaz de defenderte ante cualquier mínimo riesgo y lo más importante, es jugado y no teme presentarte; Si esto último dependiese únicamente de él, hasta un asado familiar haría para incorporarte a su clan.
Confieso que de chica, yo tuve uno…lo conocí cuando iba caminando con mi pololo de la mano y lo vi en la vereda del frente; Rápidamente y sin mayores explicaciones me solté, le pedí un papel a un mozo, escribí mi teléfono y le dije que por favor me llamara. Así, toda patuda, volví a mi lugar y le expliqué al Nico (pobre, siempre él) que era hermano de un compañero de curso y seguimos como si nada. Al día siguiente me mantuve al lado del teléfono de mi casa todo el día y cuando por fin me llamó, fui feliz por algunos segundos, hasta que después de un par de frases atiborradas de “eses” caché que se le asomaba la huincha de chala, lo que de todas formas no me importó mucho, porque por dos largos meses abandoné al Nico para jugármela por mi idilio de película.
Su casa quedaba en Maipú, yo vivía en Providencia y la micro que pasaba por mi casa, llegaba a la de él como en dos horas, justo antes de llegar al paradero final, siempre me invitaba a las fiestas de su “Villa” y me presentaba a todos sus amigos que eran harto más flaytes que él, de su padre lo único que había heredado era un apellido compuesto cuico y a su madre le decía “Mami”. Mi chulo, era minísimo, creo que todas las chiquillas de la Villa me odiaban por haber llegado de otro barrio a robarles al guapito, yo no me cansaba de mirar su nariz perfecta y sus rulos maravillosos, éramos felices en Maipú, pero extrañamente esa felicidad era solo allá, porque cuando se me ocurrió juntarme con él en el paseo las Palmas y se lo presenté a la Pancha, ella en forma categórica me sentenció y me dijo bien clarito “Al chulo, no lo llevay a la fiesta en mi casa”…..pucha, yo me quería morir!!!, estaba entre la espada y la pared, entre mi “Puma Rodriguez” y mi grupo de amigos. En ese minuto, como que murió la flor, no me atreví a presentárselo a nadie más, a mi casa obvio nunca lo llevé y nuestras juntas comenzaron a limitarse a Bellavista, lugar en donde quedaba la escuela de teatro en la cual él estudiaba. Todo bien hasta año nuevo, fecha en la cual le dije que no podía verlo más porque me iba de Stgo. El pobre, lloró como nunca alguien a llorado por mi, casi con hipo y mocos incluidos y finalmente pese a que me sentí mal por ser una cobarde que no pudo asumir públicamente su relación idílica con el chulo de Maipú, concluí autoritariamente que aquello era lo mejor para mi “futuro”.
Pasaron algunos años y lo ví en televisión ganar un programa de talentos que conducía Vodanovic, luego protagonizó papeles de malo en mea culpa y cuando fue al Festival de Viña y triunfó me alegré mucho por él, me constaba todo el esfuerzo que había hecho para llegar allí. Muchas veces me dijo que sacaría a su mamá adelante, que tendría una casa linda, que compraría un auto para pasearme y que sería el mejor… y bueno de alguna forma así fue.
Hace unos meses, estaba en el Jumbo haciendo la jodida compra del mes, y lo vi justito al frente mío; Estaba mucho más delgado (como antes) y si bien me miró con insistencia, opté por irme rápidamente, no sé porqué!!!. En una revista leí que tenía pareja, que estaba feliz con el nacimiento de su primer hijo, vivía muy cerca mío y me sentí más avergonzada aún de mi tonto comportamiento de cabra chica. El tipo era bacán, me adoraba, me hacía feliz y de no mediar mis prejuicios probablemente él habría sido como decía Ricky Martin, “El amor de mi vida”…….los “chulos”….altamente recomendables.
El normal: No existen o al menos yo jamás he tenido la oportunidad de conocer a ninguno por lo tanto no se desgasten en buscarlo.
El casado: Bueno, de este tipo de hombres tenemos material para un libro de grueso calibre y conversación para tres días, sin embargo y favoreciéndolos con el resumen es posible indicar que el verso, siempre, pero siempre es el mismo: “Estoy mal en mi matrimonio”, “Estoy con ella por los niños” y el infaltable “Vivimos en la misma casa, pero ya no dormimos juntos”. La verdad, sabemos de sobra que las aseveraciones indicadas son chivas, pero ignoro porque extraña razón en un momento de flaqueza algo de crédito le damos y comenzamos a justificarlos, con comentarios tales como “Noooooo, si se está separando” “Es que si la abandona, no lo va a dejar ver los niños”……..como que de a poco, te vas convenciendo, te va metiendo el dedo en el ojo y terminas absolutamente involucrada en una relación absurda y sin ningún sentido.
Ahora, todo lo anterior no sería tan tremendo de no mediar la existencia de la "mujer", que para todos los efectos casi siempre termina siendo una pesadilla porque cuando descubre la “verdad”, no encuentra nada más cuerdo que culparte a ti, sin ponderar que la responsabilidad es del esperpento con que se casó.
Confieso señores que he sido mujer gorreada y créanme que fui la dignidad en persona. En mi caso, la “otra” era una de mis mejores amigas a quien además de prestarle dinero le contaba algunos secretos y que como excusa no podría haber dicho que no sabía de mi existencia o que la engañaron con que nuestro matrimonio marchaba mal ya que de sobra conocía nuestra relación. La verdad, no tengo claro si me dolió más la traición de él o la de ella, sin embargo creo que uno jamás está preparada para un engaño doble y si bien lo pasé muy mal, entendí que lo mejor era evitar las recriminaciones, al menos con ella y que debía dar vuelta la página rápidito, como he sostenido desde mi más tierna infancia, SIEMPRE DIGNA.
Confieso además, que he sido la “otra”, pero sin el ánimo de justificarme debo señalar que fue involuntario. Me tenía convencida de que estaba pésimo en su matrimonio, que su mujer era una loca que se gastaba toda su plata en el psiquiatra, que no hacía absolutamente nada y que se estaba separando; Mal que mal yo entiendo que uno busca, cuando en casa tienes algo que no te agrada. No obstante lo anterior, grande….no, en realidad enorme fue mi sorpresa cuando me enteré de varios detalles que no vienen al caso mencionar y su mujer convertida en el demonio de Tasmania me buscó para interrogarme sobre la “infidelidad” de su marido, quien a esas alturas no vivía con ella, pero igual imagino la doña se sentía engañada, traicionada y vejada. Finalmente y como se estila en este tipo de historias, terminé siendo una maldita perra y ella la virgen del cerro, pese a que me maraqueó, me amenazó y hasta se atrevió a chantajearme indicándome que no me acercara a “él” si no quería que ella me perjudicara….¿¿¿¿??????? en todo caso, yo me preguntaba que más me podía hacer y entonces comprendí que muy probablemente tenía pensado convertirse en algo así como la Quintrala de Seminario y de acuerdo con ello dentro de sus planes figuraba la eliminación dolorosa de la rota Tello de la faz de la tierra o la desfiguración de mi puto rostro en señal de venganza. Desde eso, mi vida cambió porque cada vez que salía de mi casa miraba bien por si la loca estaba esperándome con algún arma mortal, revisaba mi autito por si tenía algún rallón o artefacto incendiario, desconfiaba de cualquier vendedor de helados o similares que se acercara al auto en los semáforos pensando en que quizás se trataba de un sicario contratado para herirme letalmente y di orden expresa de que cualquier cliente nuevo que pidiera hora o que se dispusiera a ingresar a mi oficina debía ser sometido a un duro cuestionario y revisión para saber porqué y para qué, necesitaban de mis servicios que para estas alturas debo aclarar son jurídicos, no sexuales (lo indico por si la despechada los ha confundido).
Ahora me rio un poco de todo porque que culpa tenía yo, si también fui engañada??????!!!.....es más, con un poco más de distancia, creo firmemente que una buena decisión para quienes atraviesen por tan horrorosa situación es simplemente unirse en el dolor, ayudarse mutuamente a sentir tan lamentable suceso y contratar de paso a un buen abogado para tramitar la pensión alimenticia de la cónyuge y la indemnización de perjuicios por daño moral de la patas negras, que dicho sea de paso, por muy desgraciada que sea, también tiene sus derechos.-
En síntesis, si el tipo es casado o te pronuncia la archiconocida frase “me estoy separando”, búscate urgente un guardaespaldas porque este Ken amigas mías, se vende con la barbie Chuky incluida.
El Sex toy: También uno de mis favoritos, se trata del típico cabro chico que se fija en mujeres algo mayores que él. Yo siempre los he renegado, sin embargo reconozco que la evidencia empírica me ha demostrado sus beneficios y han ganado mi voto por ellos.
Son tipos muy lúdicos y entretenidos; Te hacen presente insistentemente lo mina que eres y con una sesión de Play Station o Wii, quedan igual de felices que con una noche de placer continuo; Puedes ver el chavo del 8 los días domingo comiendo cabritas, no les vendes la pomada con temas de conversaciones elevadas porque cuando uno es chico habla puras webadas y se caga de la risa de todo, así de sencillo.
La idea es siempre pasarlo bien y nunca les falta el carrete al cual por cierto estas cordialmente invitada; No tienen rollos con que sus pares los vean acompañados y se asumen como un objeto sexual, onda: “Úsame, cuando quieras”. Probablemente le cuentan a sus amigos de sus proezas con la mayorcita, pero ignoran por completo que han sido utilizados por una pérfida que lo único que quiere es disfrutar y pasarlo bien. Tienen poca guata y eso, se agradece porque para guatones parrilleros suficiente con los colegas o con los pretendientes insistentes de la edad de uno.
El Sex toy hace bien, de hecho los médicos los recomiendan!, son como botox para el ego, una inyección de energía, inocentones hasta decir basta y no cachan que ni por talla lo podrías sacar a pasear…. no por impresentable, sino por temor a que te griten pedófila en la calle.
Ya!!!!, ….. confieso que una vez tuve uno, lo reconozco, pero ojo, también fue involuntario porque no supe sino hasta que todo era irreversible que era bastante menor que yo. El tipo era increíblemente simpático, físico y facha envidiable y lejos lo más atento que he conocido, no me dejó pagar nada y si hubiese podido traerme las estrellas, estoy segura las habría regalado; A las dos horas de habernos conocido y sin que yo le hubiese dado siquiera confianza, me había cambiado el nombre y de “Claudia”, pasé a llamarme “amore mío”, mi mano se encontraba entrelazada con la suya como si tuviésemos pegamento en los dedos y me paseaba cual perrito poodle de exhibición por todas partes mientras me contaba de su vida, su trabajo, sus amores, su madre, “nuestras” próximas vacaciones y otros que por efecto del tiempo ya he olvidado.
Mi sex toy, si es que realmente puedo llamarlo así (mucho de sex no hubo) fue verdaderamente sanador, todo fue un juego y al día siguiente, cuando aún no me recuperaba de la caña, llegó a buscarme, onda pololo con promesas de amor incluidas...y yo…claro, claro te lo prometo!!!.
Nuestro contacto se ha ido diluyendo con el tiempo porque vive demasiado lejos (afortunadamente) y como el saldo de la experiencia fue positivo, en la actualidad no tengo prejuicios en esta materia y cuando un buen porcentaje de mis amigas me cuentan de sus experiencias sexuales incansables con sus Sex Toys, me sobreviene un ataque de sana envidia y me convenzo cada día más de que uno así me vendría mucho mejor que un lifting facial y frontal.
El intelectual: En realidad acá hay que hacer una distinción entre el intelectual latero y el intelectual rico. Mientras el primero es un verdadero plomo, el segundo es una delicia sólo comparable con un kuchen de frambuesa de día domingo.
El latero es un espécimen bien frecuente en el ámbito que me desarrollo, es más me atrevería a decir que un 80%, de los hombres con los cuales me relaciono laboralmente, por lo que me inclino absolutamente con el intelectual rico y cuando digo rico, NO me refiero a que sea guapo ya que este concepto de “rico”, dice relación con aquellos de razonamientos brillantes, conclusiones dignas de aplausos, seguridad a toda prueba, cerebralmente atractivos y por ello aunque sean alejaditos de la mano de Dios, se convierten como por arte de magia en lo más lindo del planeta
Los lateros, la verdad me dan tedio y sólo diré que cuando los escucho pienso que son unos ridículos, patéticos, amargados y seguramente frustrados sexualmente por lo tanto me parecen tan irrelevantes que no merecen mayor análisis; Por el contrario, los de la segunda categoría puedo decir son lo que toda mujer desea o necesita. Creo conocer a muy pocos de este grupo, pero destaco a un Juez de Huérfanos, un relator de Corte y otro que no puedo aún clasificar. En el caso del Juez debo decir que cada vez que escucho sus resoluciones, quiero ser imputada para que me castigue con las penas del infierno, al relator lo escucharía eternamente para puro ver sus ojitos detrás de esos lentecitos de nerd leguleyo y al inclasificable lo desclasificaría por completo para demostrarle que soy algo más que una desagradable de patas flacas.
En fin, no hay más que decir al respecto, sólo agregar que estos hombres solo constituyen un amor platónico ya que esa inteligencia que los hace brutalmente atractivos hace imposible cualquier tipo de acercamiento con esta desquiciada defensora de los chicos “B” que les escribe.
El impotente: Puchis, que latita me dan los no pudientes…..es que esto más que una característica es una enfermedad canalla que todo hombre teme padecer teniendo presente que desde niños centran los pilares de su vida en su órgano reproductor y en consecuencia padecer de tan lamentable afección es como estar muerto en vida ya que en sus mentes estrechas creen que ninguna mujer los aceptará lo que en realidad es totalmente falso ya que existen en el mercado diversas alternativas para solucionar el problema, tales como las medicinas mapuches, los ungüentos de los santeros, la hierbas de los naturistas, las pastillas homeopáticas y el siempre útil y oportuno “Viagra” que se ha constituido en el salvador de este grupo de hombres.
Siendo auto referente, debo indicar que hace muchos años tuve una relación con un cacho de paragua y en realidad no fue nada de terrible, por el contrario tuvimos una relación muy de 15 años, puros cariñitos, buena onda y besitos hasta que comenzó a enrollarse por su tranca eréctica y simplemente me aburrí, no por impotente, sino por latero porque una cosa es bancarse un pólvora mojada y otra muy distinta es soportar los lamentos y victimizaciones de un enfermo de la testa.
El enrollado y maniático: NOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!, sorry, es que estoy traumada con este tipo de señores.
Son insufribles, todo les parece un problema, se dan dos mil vueltas para tomar decisiones, mantienen todo perfectamente ordenado, las toallas derechitas, el tubo de pasta de dientes con la tapita bien cerrada, las camisas colgadas por colores, los zapatos neuróticamente lustrados y las uñas limadas (buaj!). Lo de rolleros va de la mano con el orden y los transforma en seres inentendibles, patéticos y ridículos.
De puro ociosa, hace muchísimo tiempo acepté salir con “Alberto” (nunca lo olvidaré desgraciadamente). El era algo mayor que yo, abogado, ex milico y con una cara de nerd que te la encargo.
Un día domingo me invitó a almorzar y fuimos en su auto perfectamente limpio al cajón del Maipo, recuerdo que cuando me subí me pidió que limpiara mis zapatos previamente porque pasé por el pasto y podía embarrar las alfombrillas de gomas perfectamente negras. En fin, comenzamos a conversar de cosas bastante triviales y absolutamente todo lo que le preguntaba tenía por su parte una respuesta negativa: No le gustaba el sol, no le gustaba salir en la noche, no le gustaba la televisión, no le gustaba viajar, no era sociable y no le gustaba el fútbol. Una vez que llegamos al restaurant, le propuse que pidieramos un pisco sour y me dijo: No puedo; Luego comenté que me parecía super rico el pastel de choclo y contestó que no podía comerlo; Después de un rato trajeron pebre y le señaló al mozo que mejor se lo llevara porque no podía comer eso y para rematar cuando nos ofrecieron mote con huesillo (era un restaurant de comida típica chilena), él sin preguntarme nada le dio orden al mozo de traernos dos té ya que ese postre era muy pesado……creo que hasta ahí todo me pareció pésimo y me odiaba por salir con un saco de weas, sin embargo todo empeoró cuando de vuelta a mi casa, le comenté que me encantaba andar a caballo y sin que yo le preguntase nada dijo: “A mi no me gusta andar a caballo… bueno en realidad no puedo hacerlo porque SOY OPERADO DE HEMORROIDES”…ay!!!!!!! PORQUE CHUCHA DIJO ESO!!!!, que mierda me importaba a mi tan terrible intervención quirúrgica, de solo recordar ese episodio de mi vida me duele la cabeza y me dan ganas de gritar de nervios…….lo único que quería era bajarme de ese auto y cuando se estacionó casi no me despedí, corrí a la puerta, la abrí y una vez adentro me quedé detrás de ella harto rato como cerciorándome de que ese hombre feo y patético nunca, jamás volvería a convencerme de verlo. Pasaron los días y todo se volvió peor porque lo único en que pensaba era en su poto peludo lleno de hemorroides salientes que me perseguían y que no me dejaban ser feliz, incluso llegué a soñar con tan espantoso cuadro y desde ese entonces mi recuperación sicológica ha sido extremadamente difícil porque un episodio como éste, no se olvida y cada vez que se me acerca un hombre en el cual percibo algún indicio de enrollamiento o lo siento algo maniático, se me vienen a la cabeza los fantasmas hemorroidales haciéndome buuuu!!!! y corro y corro como una loca para defenderme y evitar esas imágines de inflamación el traste de un desquiciado que me cagó la mente para el resto de mi life.